Se tardó 200 años para que se aceptara el Baño Anual. Y cuando se hacía, era en una tina de agua caliente.
2. La tradición del ramo de flores en las bodas se originó por las pestilencias
Era la única manera de que en las bodas se disimulara el olor de los novios.
3. Los hombres se bañaban más seguido que las mujeres
Se creía que si las mujeres lavaban sus zonas íntimas quedaban estériles.
4. Por lo general las personas, sobre todo las mujeres, se aseaban con toallas húmedas.
Solo imagínense qué tan limpios podrían quedar.
5. Podían pasar años antes que una persona lavara sus partes íntimas
¿Cómo podrías tener intimidad con alguien que se encuentra así?
6. En la edad media muchos usaban sombreros por la cantidad de piojos que tenían
Evitaban quitárselos para que los piojos no saltaran y por el mal olor de sus cabellos.
7. Le tenían miedo al agua
Creían que el agua debilitaba el cuerpo y que la capa de mugre más bien les daba protección.
8. La apariencia pulcra y perfecta que vemos en las películas es una completa mentira
La gente apestaba a causa de la falta de aseo personal, cuando llegó el cristianismo quitaron ciertos rituales de limpieza porque se los consideraban pecado de vanidad y un lujo innecesario.
9. La Reina Isabel de Castilla presumía cuando se daba un baño
Y solo lo hizo dos veces en su vida, cuando nació y antes de su boda
10. Mientras más personas, más apestaba todo
Si había gran aglomeración de personas en las calles todo se convertía en un gran concierto de olores y esa es la razón por la cual usaban el incienso, para dispersar los malos olores.
Vivimos en una época donde la higiene es casi obsesiva, hay millones de productos a tu disposición, cada uno prometiendo eliminar los gérmenes que otros dejan vivir. Jabones para las manos, champús con aroma silvestre, detergente para desinfectar muebles y ropa, incluso para aclarar las zonas íntimas. Aceptémoslo, nunca había sido tan importante la higiene personal, pero no siempre fue así. Si regresáramos 70 años en el tiempo estaríamos en aprietos, pues muy pocos de los productos que usamos cotidianamente existían. Ahora imagínense cómo era en la Edad Media, ¿no pueden? Pues aquí les tenemos 5 increíbles hábitos en la higiene de las personas en la época medieval.
Era muy poco común bañarse en esos tiempos. Las personas podían pasar meses o años sin hacerlo. Había baños públicos, pero como era demasiado costoso por calentar el agua, a menudo familias enteras compartían la misma agua. Eso era para las familias nobles, los pobres lo hacían en las aguas del río, estuviera el agua fría o no. Aun así, no era una práctica cotidiana. Para disimular los olores utilizaban esencias (los más ricos) y flores (los pobres).
Un problema bastante apestoso. Poder hacer las necesidades en la época medieval resultaría insoportable para una persona moderna. Primero, los nobles contaban con pequeñas letrinas apostadas en las paredes de los castillos, el retrete tenía un agujero que daba directamente al vacío, así los excrementos caían o quedaban embarrados en la pared del castillo. Para los pobres estaban las siempre confiables bacinicas que uno llenaba cuando lo necesitara y vaciaba en la calle gritando «agua va» para alertar a cualquiera que fuera pasando por la calle y no terminase bañado con excrementos. Por cierto, esta práctica duró varios siglos. También algunos hogares desarrollaron fosas sépticas para «guardar» los desperdicios. Como no eran limpiados tan a menudo, el olor era insoportable.
La ropa era lavada con lejía hecha con cenizas y orina. También muchas personas no cambiaban de ropa durante meses, como el rey Jaime VI de Escocia. Como no se cambiaba la ropa era muy común que estuviera plagada de piojos y liendres. Los nobles también las tenían y a veces se rapaban la cabeza para eliminar a estos bichos, solo que estos también habitaban las pelucas que se ponían.
Para sorpresa de muchos, en la Edad Media tenían gran cuidado de los dientes, los limpiaban con trozos de tela y con cenizas de romero. Tomaban estas medidas ya que si algún diente se pudría tendría que ser extraído y eso era bastante doloroso, pues no había anestésicos. Además, no existían las dentaduras, por lo que se vería afectada la imagen de las personas.
Como sabemos, la higiene no solo aplica a nuestra persona sino también a nuestro hogar. En la época medieval, los suelos eran de paja y para disimular los olores mezclaban en ella flores de aroma dulce como la lavanda, pétalos de rosa, manzanilla y margaritas. Las camas eran víctimas de todo tipo de bicho, incluso las aves llegaban a defecar en ellas. Para esto se construyeron camas con cuatro postes y un pequeño techo y con tela se logró aislar de estos animales.
Como puedes ver, no era nada sencillo vivir limpio en el Medievo, tampoco era común y hasta se consideró pecado y dañino para la salud. Eran épocas oscuras y a nadie le gustaría vivir en ellas ahora que saben cómo era la higiene.