La epidemia de cólera del siglo XIX, posible origen de los esqueletos de Fuensanta
Valencia, 17 jun (EFE).- Los esqueletos encontrados por unos obreros que trabajaban en las obras de saneamiento del alcantarillado en el barrio de la Fuensanta de Valencia podrían corresponder a restos procedentes de una epidemia de cólera del año 1800 o incluso a una época anterior.
Valencia, 17 jun (EFE).- Los esqueletos encontrados por unos obreros que trabajaban en las obras de saneamiento del alcantarillado en el barrio de la Fuensanta de Valencia podrían corresponder a restos procedentes de una epidemia de cólera del año 1800 o incluso a una época anterior.
Esta es la hipótesis que apuntan los arqueólogos municipales que han recogido los restos para su estudio, según ha asegurado hoy la concejala del Ciclo Integral del Agua, María Angels Ramón-Llin, responsable de estas obras y que ha visitado la zona junto al concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez.
"Según los expertos del servicio arqueológico, podría tratarse de restos de 1800 o antes, de personas muertas por una epidemia de cólera, muy frecuente en esa época y, aunque no están enterrados en cajas, sí lo están de forma ordenada", ha explicado la edil.
Ramón-Llin ha avanzado que, aunque no se sabe el número exacto de esqueletos que hay, se sospecha que "pueden ser numerosos" porque aunque no son visibles, en las "catas" que han hecho los arqueólogos "se encuentran restos cada cinco metros".
La buena conservación de las calaveras encontradas se debe a que "los enterramientos por estas enfermedades se hacían con cal viva, que mantenía en bastante buen estado a lo largo de los años las estructuras óseas".
María Angels Ramon-Llin ha apuntado que las necesidades de saneamiento de alcantarillado de este barrio, situado al oeste de la ciudad, "son compatibles" con la investigación "para sacar a la luz otro episodio histórico de Valencia".
"Los arqueólogos municipales y de la Generalitat tienen que delimitar el origen de los restos", ha señalado Ramón-Llin, que ha situado el "sorprendente hallazgo" en una "coyuntura histórica de Valencia muy diferente a la actual".
"Entonces Valencia era un núcleo pequeño y esta zona estaba lejos, había que venir con carro, el cólera era frecuente y los enterramientos no se hacían como ahora", ha comentado.
El hallazgo ha levantado la expectación de los vecinos, que han señalado que los abuelos del barrio dicen que en la zona había un cementerio, una posibilidad que también ha comentado la concejala, y que los gritos de los obreros fueron los que les alertaron de que habían encontrado una calavera en las obras.
Esta es la hipótesis que apuntan los arqueólogos municipales que han recogido los restos para su estudio, según ha asegurado hoy la concejala del Ciclo Integral del Agua, María Angels Ramón-Llin, responsable de estas obras y que ha visitado la zona junto al concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez.
"Según los expertos del servicio arqueológico, podría tratarse de restos de 1800 o antes, de personas muertas por una epidemia de cólera, muy frecuente en esa época y, aunque no están enterrados en cajas, sí lo están de forma ordenada", ha explicado la edil.
Ramón-Llin ha avanzado que, aunque no se sabe el número exacto de esqueletos que hay, se sospecha que "pueden ser numerosos" porque aunque no son visibles, en las "catas" que han hecho los arqueólogos "se encuentran restos cada cinco metros".
La buena conservación de las calaveras encontradas se debe a que "los enterramientos por estas enfermedades se hacían con cal viva, que mantenía en bastante buen estado a lo largo de los años las estructuras óseas".
"Los arqueólogos municipales y de la Generalitat tienen que delimitar el origen de los restos", ha señalado Ramón-Llin, que ha situado el "sorprendente hallazgo" en una "coyuntura histórica de Valencia muy diferente a la actual".
"Entonces Valencia era un núcleo pequeño y esta zona estaba lejos, había que venir con carro, el cólera era frecuente y los enterramientos no se hacían como ahora", ha comentado.
El hallazgo ha levantado la expectación de los vecinos, que han señalado que los abuelos del barrio dicen que en la zona había un cementerio, una posibilidad que también ha comentado la concejala, y que los gritos de los obreros fueron los que les alertaron de que habían encontrado una calavera en las obras.